SUBGRUPO 3: RESPONSABILIDAD MORAL / SENTIDO DE ALTERIDAD

SUBGRUPO 3:

JULIET VANESSA GONZALEZ

ELIANA YISED TOLOZA

WALTER VELOZA

 

UNIDAD 9

RESPONSABILIDAD MORAL ANTE LOS PROBLEMAS SOCIALES

Nuestra sociedad es inmoral, todos lo reconocemos, pues nuestra sociedad se caracteriza por la opresión de la persona: quienes poseen el poder económico – político o cultural se aprovechan de los demás, los utilizan y no les ofrecen oportunidades; pero ¿Quién o quiénes son responsables de esta situación? Encogernos de hombros o acusar al sistema y a las estructuras sociales no son respuestas aceptables. Todos somos responsables de nuestra situación social; la responsabilidad de cada uno es mayor o menor según el grado de participación en la gestión de las instituciones. Pero lógicamente, no es tan responsable de los problemas económicos un campesino marginado como un ministro de agricultura; pero el campesino no puede desentenderse de los problemas para que los resuelva el ministro, ni mucho menos a la inversa. Como personas inteligentes todos tenemos un grado de poder, mayor o menor, para transformar el medio. Todos participamos de algún modo en la marcha del país; participamos por acción (sea constructiva o destructiva) o por omisión. Si actuó soy responsable de las consecuencias de mi actuación; si no actuó, soy igualmente responsable de las consecuencias de no haber actuado.

REFLEXIÓN

Somos responsables del presente y del futuro, como también de la situación de nuestro pueblo hoy y mañana, si sabemos que nuestra sociedad es inmoral, porque no tomamos conciencia y cada uno ayudamos a aportar un granito de arena, para poder lograr cambiar esta situación social. Es nuestro pueblo y el pueblo al que llegarán nuestros hijos, ¿Por qué no mejorarlo? .No culpemos a nuestros antepasados ni señalemos a nadie cuando todos somos culpables de nuestros actos, y como dice el dicho: no veamos la pajilla en el ojo ajeno y saquemos la viga que está en el nuestro. Preocupémonos por planear un futuro lleno de posibilidades y oportunidades.

CONCLUSIONES

ü  La responsabilidad moral está ligada a la conciencia moral, que es un conjunto de sentimientos, creencias, ideas y juicios que nos inducen a distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo.

ü  Quienes poseen poder se aprovechan de las circunstancias obteniendo la mayor cantidad de recursos, dejando a otros sin los recursos indispensables para poder vivir.

ü  Los conformismos, la resignación, el desentendimiento, el silencio ante la problemática social son actitudes altamente inmorales como la corrupción, el soborno, el crimen. No somos responsables del pasado pero si podemos hacernos responsables del presente y del futuro.

ü  Sabemos que nuestra sociedad es explícita o implícita, que nuestra sociedad es inmoral, por eso podemos ayudar a cambiarla rechazando su estructura, denunciando sus mecanismos, condenando sus antivalores.

 

UNIDAD 10

UNA NUEVA ACTITUD MORAL: SENTIDO DE ALTERIDAD

Uno de los valores que promueve la sociedad contemporánea con el propósito de mitigar el sufrimiento es el de la solidaridad. Ser solidario consiste en acompañar al que sufre en su búsqueda de solución, asumir como propio, en parte, su problema. Si cada uno nos desentendemos de los demás, no habrá forma de solucionar los problemas creados por la diferencia de intereses de unos y otros.

10.1 La alteridad en la base de la solidaridad

El valor de la solidaridad se basa en el sentido de alteridad (relación a la realidad de “el otro”). Alteridad significa sentido de “el otro”, conciencia de “el otro”. Los pueblos occidentales han formado una totalidad cerrada, la totalidad se considera a sí misma como el ser; lo que no pertenece a ella es nada, la vida de “el otro” no cuenta para nada, carece de valor y sólo lo recibe en la medida en que es útil al servicio del dominador; el dominador es la representación del yo. Los poderosos conforman la totalidad, ya sea como oligarquía, como partido dictatorial, como grandes grupos financieros, etc. Los débiles, los pobres, tienen que someterse a los designios de la totalidad y ofrendarles sus propias vidas sin protestar.

Para la ética alteridad obrar el bien tiene un significado muy preciso: permitir la vida de “el otro”. El bien moral es el “sí-al-otro” entendido como práctica de la justicia en favor de la vida del débil, del oprimido.

10.2 La alteridad como ruptura con la mismidad

La alteridad es ruptura con la mismidad. Supone aceptar la existencia de “lo otro” (como diferente, opuesto o contrario) frente a “lo mismo”. Supone aceptar que existen diversos mundos como totalidades de sentido, que yo (mi pueblo, mi clase, mi partido, mi iglesia) no poseo la verdad absoluta ni la raíz del derecho.

La alteridad como opción; es una opción por la desintegración de la totalidad totalizante y de la mismidad. Es una opción por las dimensiones de la vida personal (por la comunicación, por la acción, por la libertad, por el cambio, por la vocación, por la apertura).

10.3 La alteridad como búsqueda de “lo otro” (posibilitación)

La alteridad significa también negación de “lo mismo” como horizonte de proyección. El hombre es un ser histórico: vive en la historia y hace historia. Frente a la historia nosotros podemos tomar dos actitudes: ser objetos y dejarnos llevar por ella o ser sujetos de ella, orientarla y cambiarla para un mejor mañana. La alteridad como opción significa decidirnos a buscar “lo otro”, lo nuevo, lo diferente; a imaginar nuevas posibilidades, nuevas alternativas, a romper el horizonte de lo ya experimentado, a destruir el hábito de la repetición.

A diferencia del animal, el hombre trasciende los determinismos del medio: es un animal de posibilidades. Frente a nuestros problemas nos sentimos con frecuencia impotentes. Es necesario romper con nuestros complejos de impotencia y de inferioridad. Yo puedo cambiar mi situación y trazarme un futuro diferente.

10.4 La alteridad como apertura a “el otro” (fraternización)

El cristianismo proclama la salvación. Salvar quiere decir sacar a “el otro” de un horizonte de posibilidades cerrado y colocarlo en un mundo abierto. Esta actitud arranca del reconocimiento del otro con valor en sí mismo, para que se realice en sí mismo. Y esto es el amor: la búsqueda desinteresada de la realización del otro. Cuando el amor es interesado, no hay salvación sino simple cambio de dueño o de totalidad cerrada.

La alteridad debe entenderse como amor, nos referimos al amor como opción trascendental, casi en una perspectiva metafísica: el amor entendido como generador de fraternidad. El amor no es respeto. El respeto forma parte del amor; por él se empieza a amar. Pero el amor va más lejos, se inmiscuye en la vida del otro poniéndose a su disposición. En esto consiste la alteridad como fraternización particular y universal.

10.5 La alteridad como conciencia de “nuestro-ser-otro” (identificación)

La identidad de un pueblo, como la de una persona, está íntimamente vinculada a su pasado. Las experiencias del pasado confieren a un pueblo determinada forma de ser que permite identificarlo. Ahora bien, esta identificación puede ser exterior y superficial o interior y profunda. En el primer caso nos depara el medio para distinguir a un pueblo de otro: nombre, ubicación, raza, etc. En el segundo, nos ofrece el ser mismo de dicho pueblo, su conciencia de ser tal pueblo con una personalidad definida.

REFLEXIÓN

Lamentablemente existe en nosotros la tendencia a la sumisión y la resignación, pero debemos luchar por superar estas actitudes. De lo contrario, nunca llegaremos a ser autores de nuestra propia historia. Nosotros los colombianos podemos cambiar la situación de nuestros pueblos y abrirles un nuevo horizonte de posibilidades, una nueva vida. Acordándonos siempre que todos somos iguales por origen y hermanos por destino, de que tenemos unos mismos derechos y una misma dignidad.

CONCLUSIONES

ü  La alteridad se propone como una ética que se basa en la solidaridad, un comportamiento altruista, donde se hace una gran critica a la sociedad capitalista partiendo de que los intereses de este sistema atropellan una armonía entre todos, ya que no se piensa en los demás, sino en una actitud individualista.

ü  Nos sentimos identificados con la alteridad, consideramos que este modelo de ética es muy adecuado si se pretende que la sociedad sea más justa.

ü  La alteridad también se ve como el descubrimiento que el “yo” hace del “otro”. Una persona a través de la interacción con el otro puede conocer cosas del otro que antes no había conocido.

ü  En la alteridad, uno mismo deja de lado sus propias ideas para entender verdaderamente la situación del “otro”.